Razones y consideraciones antes de tener un huerto urbano

Cuando implementamos un huerto urbano, comenzamos a formar un microecosistema en el que se formarán nichos ecológicos y una estrecha relación entre los factores bióticos y abióticos, es decir que no solo generamos alimentos sanos, sino que generamos formas de vida desde microorganismos, insectos hasta polinizadores de gran tamaño.

Es decir que, al crear un microecosistema en nuestro hogar, damos inicio al ciclo de la vida activando la interrelación entre plantas, suelo y medioambiente.

Te compartimos 7 razones para tener un huerto urbano. 

 

  1. Aporta equilibrio al suelo: tener una asociación de cultivos hace que la tierra se nutra.​

 

  1. Aprendes de la naturaleza y creas una conexión con esta, ya que crece nuestra conciencia respecto a la sostenibilidad, consumo, ahorro energético, etc.​ De igual manera podemos introducir a los niños en el cuidado ambiental al experimentar la creación del huerto, estar en contacto con la tierra, reconocer las plantas y consumir sus propias hortalizas.

 

  1. Potencia nuestra capacidad de observación y de entendimiento del medio natural. Ver cómo se desarrollan nuestras hortalizas, la influencia del clima o la relación que se crea con insectos y demás seres vivos, nos ayuda a comprender mejor los ciclos naturales.​

 

  1. Obtención de frutas y verduras frescas y sin preservantes, teniendo así la seguridad de que lo que tú y tu familia consumirán no tiene plaguicidas ni herbicidas sintéticos, gracias a nuestro cultivo con prácticas ecológicas. ​ Nos motiva a preocuparnos por la calidad de los alimentos que compramos, valorando su origen, los procesos de producción y distribución y valorando cuestiones fundamentales como la seguridad y la soberanía alimentaria.

 

  1. Produce alimentos saludables, ricos y desarrollando una actividad de ocio sostenible. Ayuda a fomentar la unión familiar si se crea como proyecto familiar.

 

  1. La adecuada gestión de los alimentos evita que se generen desperdicios, tanto del producto mismo como de empaques, al mismo tiempo, redescubrimos la calidad organoléptica de los alimentos al cosechar las hortalizas en su punto óptimo de maduración, disfrutando al máximo su sabor a diferencia de los alimentos adquiridos en comercios.

 

  1. Da valor al agricultor y a la agricultura tradicional. Cuando nos iniciamos en la agricultura doméstica, nos damos cuenta de la cantidad de conocimientos que son necesarios y que se van adquiriendo con la experimentación.​

 

 

Antes de comenzar con el diseño o preparación de tu huerto urbano, existen algunos puntos importantes que debes considerar como:

 

Necesidades personales: cada persona es diferente y única, los diferentes objetivos que podemos tener al crear nuestro huerto urbano pueden variar mucho, por ejemplo: aumentar el consumo de vegetales, hierbas aromáticas, incluso frutas frescas sin tóxicos ni químicos, ayudar a la naturaleza al atraer fauna como aves y polinizadores, embellecer un espacio, ahorrar tiempo y/o dinero en el consumo comercial o tener ingredientes listos para cocinar en casa en todo momento

 

Una vez definidas tus necesidades personales, toma en cuenta estos principios claves para que tu huerto urbano sea productivo:

 

Rotación de cultivos:  Considera no plantar la misma especie dos veces seguidas, ya que es probable que el cultivo anterior haya agotado algunos nutrientes específicos y, por lo tanto, si repetimos, la misma planta podría tener deficiencias, de igual manera existe la probabilidad de que se contamine con alguna enfermedad o plaga del cultivo anterior, lo cual debe tratarse con un biopesticida.

 

A la hora de elegir la rotación del cultivo, tienes que considerar que después de un cultivo exigente en nutrientes será apropiado cultivar una hortaliza poco exigente y/o mejorante como habas, cebollas, ajos, etc.​

 

Asociaciones de cultivo: es una de las prácticas fundamentales en agricultura ecológica, la cual consiste en combinar cultivos buscando un beneficio con relación a la protección frente a plagas o el aprovechamiento de los recursos (agua, luz o nutrientes).

Las asociaciones positivas suelen producirse entre hortalizas muy diferentes (de diferentes familias y con diferentes partes aprovechables), ya que no competirán.

 

Biodiversidad: nuestro huerto debe de ser un espacio con la mayor biodiversidad posible, en el que cultivemos diversas hortalizas, pero donde también haya espacio para las plantas aromáticas y flores, que en muchos casos actúan como repelentes naturales de plagas, y que, a su vez, pueden atraer fauna como aves y polinizadores.

 

¡Ahora que ya conoces toda esta información, prepárate para comenzar a diseñar tu huerto!