Historia del incienso

De la momificación a los productos de belleza, pasando por la quema de incienso por motivos religiosos, culturas de todo el mundo han utilizado el incienso durante miles de años. No solo la mitología, las supersticiones y el folclore reclaman el incienso como propio, sino la historia religiosa y la médica también. Así que, ¿qué es el incienso? ¿Cuándo se utilizó por primera vez? ¿Por qué todavía se usa en ciertas religiones? ¿Cómo se obtiene? Sigue leyendo la extensa historia de este aceite regio.

¿Qué es el incienso?

El incienso es una resina aromática obtenida del árbol Boswellia sacra. Estos árboles crecen normalmente en suelos de roca caliza de áreas desérticas como la península arábiga, así como en el este de Asia (1). Más de la mitad de la composición del incienso (56%) es una resina compuesta por ácido boswéllico y resina de olíbano y alrededor del 30% es goma. El resto está compuesto de varios aceites esenciales (terpenos, zimógeno, felandreno y otros). Para la nariz humana, la composición química del incienso es bastante compleja. Tiene propiedades aromáticas que le dan un olor intenso y amaderado.

Científicos han indicado que el componente químico acetato de incensole presente en el humo del incienso puede tener efectos eufóricos y psicoactivos. Sin embargo, la concentración de incienso debería ser muy alta para que esto ocurra (2). No es algo de lo que preocuparse si estás difundiéndolo o utilizándolo de manera tópica.

Historia, comercio y valor del incienso

El incienso siempre ha sido muy valioso y su uso en el comercio ha sido siempre muy común en Oriente Medio. Los fenicios utilizaban el incienso en el comercio y sus caravanas siempre transportaban el valioso bálsamo en pedidos para los faraones. Esto puede haber tenido algo que ver con el hecho de que los egipcios utilizaran incienso en sus rituales, lo que hacía que fuera un bien muy valorado para ellos.

Debido a las increíbles propiedades aromáticas del incienso, fue utilizado también en Egipto para embalsamar a los muertos. Los egipcios lo usaban como parte del proceso de momificación para evitar la descomposición. Nerón, emperador romano, quemó el incienso de un año entero (recuerda lo caro que era) en el funeral de su mujer.

Durante el descubrimiento de la tumba de Tutankamón en 1922, encontraron incienso en contenedores sellados. El incienso no solo ayudaba en el proceso de embalsamamiento, también se creía que los objetos funerarios acompañaban al muerto a la otra vida. Debido al elevado precio del incienso, es razonable asumir que solo se encontraría en las tumbas de la realeza y las clases superiores. Después de mil años, el incienso de la tumba todavía retenía su olor, lo que impresionó a los arqueólogos que hicieron el fantástico descubrimiento. El incienso incluso se menciona en documentos históricos que datan del 2500 a.C.

La historia del incienso en la aromaterapia

En español, el nombre incienso viene del latín incensum que a su vez viene del verbo incendere que significa encender. Era indispensable por motivos cosméticos y muchos perfumes naturales se producen todavía utilizándolo.

El olor del incienso también se utiliza por razones prácticas, ya que la calidad de un trozo de incienso puede ser juzgada por su aroma. Los connoisseurs pueden establecer la diferencia entre el incienso ordinario y el más valioso y exclusivo gracias a las ligeras diferencias en el olor.

El aceite esencial Frankincense tiene un aroma cálido, dulce y amaderado. Va muy bien con naranja, limón y otros aceites cítricos. También combina bien con otros aromas amaderados como la bergamota, el pino o el sándalo. El país de origen y la calidad del incienso juegan un papel muy importante en lo agradable que puede ser la fragancia.

Recolectando incienso

Los resineros hacen una incisión en la corteza del árbol Boswellia sacra alrededor de febrero a marzo. Se necesitan dos o tres meses para que el jugo fluya del corte y luego se solidifique en bolitas blancas con forma de gota. El resinero vuelve un par de meses más tarde para recolectar estos cristales de resina del árbol. También recoge la savia pegajosa que se drena sobre hojas dobladas de manera especial. Los cristales endurecidos pueden procesarse para producir el aceite esencial de incienso. Comenzarán de nuevo con el proceso de agosto a octubre. Después de repetir el procedimiento varios años, los resineros dejarán descansar a los árboles.

Está documentado en la historia el uso del incienso en las regiones de África y Oriente Medio. Todavía se recolecta en regiones remotas de la península arábiga, África e India. En la península arábiga y el norte de África, el incienso valía su peso en oro por lo que los tradicionales regalos de los Reyes Magos habrían sido bastante valiosos. La recolección de resina de incienso sigue siendo hoy en día un proceso laborioso. El tiempo y el esfuerzo empleados contribuyen a elevar su precio.

Producción y clasificación del incienso

Un árbol de Boswellia solo puede producir unos 400 g de resina. Al mismo tiempo, se producen varios miles de toneladas de incienso al año. De esta recolección masiva, las variedades de incienso se dividen en dos categorías: ordinario y selectivo. Esta distinción se determina en el momento de la recolección cuando se separa por tamaño y color. Las piezas más limpias, llamadas incienso selectivo, tienen forma de gota y un ligero color amarillento o rosado. Cuando se frotan se convierten en polvo blanco. Las piezas más largas, oscuras y de apariencia más "sucia" son llamadas incienso ordinario.

Incienso y religión

El incienso no solo huele bien sino que tiene un significado profundo en las diferentes tradiciones religiosas. Documentos históricos muestran que esta valiosa sustancia ha estado presente desde la época bíblica. Los regalos que el Niño Jesús recibió de los Reyes Magos fueron oro, incienso y mirra. El Antiguo Testamento también contiene detalladas instrucciones sobre cómo utilizar el incienso, que normalmente se quema.

El incienso se ha usado de manera tradicional en la Iglesia oriental ortodoxa y en la Iglesia católica romana. En estas religiones, el humo del incienso siempre ascendiendo simbolizaba las oraciones de los creyentes elevándose hacia el cielo. Una persona que vaya a una iglesia oriental ortodoxa podrá oler un alegre y memorable aroma proveniente del incensario. Cuando el incienso se quema, se genera humo. Durante los ritos, se quema incienso en los carbones ardientes de un incensario, un recipiente de metal con forma de copa que está suspendido en el aire con cadenas.

En ciertos círculos religiosos se cree que a los espíritus malignos no les gusta el olor del incienso. En otras religiones como el Taoísmo, se cree que el incienso puede prolongar la vida. (3).

Durante siglos, los sacerdotes del monasterio del monte Athos en Grecia también producían diferentes tipos de incienso. Llamado incienso de Vatopedi, las diferentes mezclas de incienso tienen una variedad de colores (negro, amarillo, púrpura) dependiendo de la composición química y los aceites aromáticos utilizados en su preparación.

Como se ha mencionado previamente, los egipcios usaban incienso a menudo en sus ceremonias religiosas. Algunos historiadores creen que los judíos aprendieron a usar el incienso durante el tiempo que pasaron como esclavos en Egipto, adoptando esta tradición de los egipcios.

Uso histórico del incienso para tratar enfermedades

En la antigüedad, algunas culturas utilizaban incienso para fumigar el área alrededor del enfermo, ya que creían que purificaba el aire. El famoso médico y astrónomo Ibn Sina, o Avicena (su nombre latinizado), escribió sobre las propiedades curativas del incienso (5).

Durante la época medieval, los persas utilizaban el incienso con propósitos medicinales también como por ejemplo, el tratamiento de heridas y abscesos, sarpullidos y problemas dermatológicos, inflamación, artritis y problemas gastrointestinales (4). Además de esta creencia en los beneficios físicos del incienso, en el siglo XV, el médico armenio Amirdovlat Amasiatsi afirmó que fortalecía la mente y mejoraba la memoria.

Antes del advenimiento de la medicina moderna, los médicos usaban incienso a menudo. Es difícil decir cuán efectivas eran las propiedades curativas en cada caso individual, pero se creía que el aceite esencial de incienso tenía efectos antisépticos, tónicos y desinfectantes. También utilizaban el incienso como sedativo, diurético, expectorante y astringente.

En tiempos más modernos, la gente ha usado el aceite de incienso para normalizar el funcionamiento intestinal, curar heridas en la piel, minimizar la apariencia de las estrías y ayudar a dejar de fumar frenando las ganas de hacerlo. En China, se ha utilizado para la inflamación de las articulaciones (3).

Incienso en Young Living

Frankincense es uno de los aceites de Young Living más vendidos. Recomendamos su uso tópico, con propósitos cosméticos, durante masajes y de manera aromática para experiencias espirituales o meditativas inspiradoras. En algunos casos, Frankincense también puede ser utilizado como saborizante o suplemento alimenticio.

Aunque el incienso ha estado presente durante un milenio, todavía tenemos mucho que aprender sobre esta preciosa sustancia y sus beneficios para la humanidad. ¿Y tú? ¿Para qué usas el incienso?

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